domingo, junio 23

Solo se vive una vez 6.

Solo se vive una vez.

Capitulo 6.

Sexto capitulo ya. Espero que hos guste. Este lo he escrito el dia de mi cumpleaños, ese dia estaba algo plooff por razones familiares. Hoy habrá dos capítulos. El que escribí ayer y el de hoy. Hos quiero lectores/as mios.

Subo a mi habitación. No pienso arreglarme para esos pijos. Con lo de hoy; he perdido toda mi fé en la humanidad. Asi que como acto de rebeldía hacia mi madre, me procuro vestir lo más informal posible; me pongo unos shorts, una basica con una camisa de leñador por encima y unas vans. 
Me quedo en mi habitación. Necesito mi guitarra. Mierda. ¿Por que la he dejado en el aula de música? Imbecil. Sofía, eres imbecil. ¿Ahora que hago? Podría cojer una de las guitarras de mi padre. No. Demasiados recuerdos.
Ni siquiera mi madre usasu antigua habitación. Al tener una casa tan grande teniamos dos habitaciones de sobra. Ahora solo una. La antigua habitación de mis padres ya no se usa. Es como una parte de la familia que eramos. Mis padres, mi hermano y yo.
Desde la muerte de aquel risueño hombre, esa cuerda que nos unia se rompió. Mi madre y yo nos separamos y mi hermano cayó en las drogas, ahora está en un centro de desintoxicación.Aunque el no viviese con nosotros, su ausencia se siente.
Creo que voy por una guitarra a la habitación de mi padre. Prometo no derrumbarme. Esta vez no.
Me planto delante de la antigua habitación de mis padres. Cojo aire, abro la puerta y entro.
Todo sigue igual que el dia del accidente. La cama sin hacer, dos pantalones tirados en el suelo, una  foto de mi padre y yo juntos, sonriendo. Me froto la cara y me doy cuenta de que tengo las mejillas humedas. He estado llorando y no me he dado cuenta. Hay tres preciosas guitarras colgadas en la pared. Las tres electricas. No, yo necesito la otra. La clasica. ¿Donde estará? Recuerda Sofía, recuerda. ¡Ya se! Debajo de la cama. Mi padre siempre la escondia ahi. No queria que se la cojiese. Al recordar eso le sonrío a la nada.
Me agacho y logro vislumbrar el estuche de la guitarra, lo cojo, lo abro y saco de el una preciosa guitarra.
Salgo de la habitación con la guitarra en las manos y le echo una última mirada a el cuarto.
Entro a mi habitación y me tiro en la cama. Empiezo a tocar unas notas aleatorias, hasta que empiezo a cantar una de mis canciones favoritas. Hall of fame.

Standing in the hall of fame 
And the world's gonna know your name 
Cause you burn with the brightest flame 
And the world's gonna know your name 
And you'll be on the walls of the hall of fame 

You could go the distance 
You could run the mile 
You could walk straight through hell with a smile 


- ¡Hey! -suelta alguien llamando mi atención-.tienes una voz preciosa.

Busco la fuente de aquella voz. ¿De donde sale? Solo puede ser de la casa de los vecinos. Me dirijo hacia la ventana abierta y saco la cabeza. Apoyado en el alfeizar de su ventana hay un muchacho rubio y de ojos marrones como los de mi padre. Me quedo embobada mirándolo.

- Se que soy muy guapo- comienza a decir sonriendo.
-No seas estúpido- le interrumpo-. Es que me resultas familiar.
- Seguramente, suelen decirme que me parezco a un ángel. 
- Tienes un ego impresionante- le bufo-. Solo eres un niñato pijo más.
- ¿Perdona? ¿Que me has llamado?- pregunta gracioso. 
- ¿Aparte de ser un niñato pijo? ¿Eres sordo?- dicho eso cierro la ventana lo mas fuerte posible y corro las cortinas.







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