jueves, junio 27

Solo se vive una vez 8.

Solo se vive una vez

Capitulo 8

Las visitas ya están subiendo, cosa que ne encanta. También están empezando a aparecer, cosa que adoro y encima me dan consejos. Muchas gracias a tod@s. Hos adoro. Siento esta mierda de capitulo, no tengo ganas de escribir.

I'm gonna pop some tags
Only got twenty dollars in my pocket 
I'm, I'm, I'm hunting, looking for a come up
This is fucking awesome

Now walk into the club like 
"What up? I got a big cock!"
Nah, I'm just pumped
I bought some shit...

Le pego golpes a la mesita auxiliar hasta que encuentro el despertador. ¿Pero que cojones? No entiendo, odio esta canción. El único que me cambia la melodía de la alarma es Marcos, mi hermano. Pero el esta en el centro de desintoxicación.
Aun estoy demasiado cansada para pensar.

- Buenos dias princesa- oigo decir a alguien.

Casi se me olvidaba. Alejandro. Antes me quejaba de que me sentía observaba. Ahora si que lo estoy de verdad. Pero, un momento. La persiana está bajada ¿como puede saber que estoy despierta?
Dos manos me agarran de la cintura y me tiran a la cama. Unos preciosos ojos marrones me miran divertidos. Marcos.

- He dicho...Buenos días princesa -me reprocha.

Yo le sonrío, hace bastante que no lo veía.

-Buenos días princeso.
- Mamá dijo que te despertara- comienza.- Me ha dicho que te tienen que dar clases y que tienes una cita.

Esto ultimo lo dice con una sonrisa picarona en el rostro. En otra ocasión le habría borrado la sonrisa con una suave torta, pero hace tanto tiempo que no lo veo, que no puedo resistir darle un abrazo.
El sigue igual. Igual de alto que siempre, con ese pelo rubio revuelto y despeinado. Hasta al tacto se siente igual, no tiene ni pelusilla.
No se por que pero necesitaba comprobarlo.

- Humo de aquí- le echo de mi habitación.- Tengo que cambiarme.

Se va de mi habitación con cara divertida. Sigo sin subir la persiana. No vaya a ser que Alejandro esté mirando. Pervertido.

Me ducho y me pongo unos leggins negros y mi sudadera de Oxford, que no falte y unas zapatillas para andar por casa.
Subo las persianas y gracias a dios Alejandro no esta mirando.
Mis labios forman una sonrisa pícara,  Marcos me las va a pagar por cambiarme la alarma.
Bajo lo más sigilosa posible. No se que le voy a hacer. Improvisare algo. Le saltaré encima o algo parecido.

- BUH- me gritan al oido.
-Imbécil- digo pegando un bote. - Me las vas  pagar.

Entro corriendo a la cocina seguida de Marcos y el muy torpe  cae. Por listo. Le sonrío burlona.
Somos tal para cual. Igual de torpes y con el mismo gusto hacia la música.
Le doy la mano para que se levante y me tira al suelo y sale corriendo.
Yo me quedo ahí tirada. Desde que murió mi padre nunca me lo habia asado tan bien. El si que me puede sacar una de mis sonrisas, de esas que están en peligro de extinción.

- Se que tienes mucho sueño - se ríe mi madre- pero dentro de diez minutos tienes clase.

Ostia es verdad. Cojo una manzana  y subo corriendo a mi habitación.
Dios que nervios.

- ¡Hey princesa! - exclama alguien.
- Marcos,  no seas petardo- empiezo a decir.

Uno momento, esa no es la voz de Marcos. Esta es mas arrogante. Mierda. Alejandro.

- ¿Marcos? ¿Tan rápido me reemplazas?
- Debe ser que si- dicho esto corro las cortinas.
Ya me lo imagino con su asquerosa sonrisa de suficiencia. Que asco le tengo. Además hoy tengo que ir a su casa. Podría fingir que me encuentro mal. Pero seguro que mamá me obligará a ir para 'no hacerle el feo' a la familia. JA. Mentira. Intentan casarnos. Lo presiento. Además es lo último que necesito, enamorarme.
Ya lo pasé mal con mi ex-novio. Adivina. El fue uno de mis matrimonios concertados que acabaron en divorcio. Solo que corté yo con el. No por un atleta, que va. Sino porque es asqueroso.
El y unos compinches suyos le hacían bullyng a uno de mis mejores amigos. ¿por que? Por eso mismo. Porque pasa pasaba mucho tiempo conmigo.
Ahora no está a mi lado. Se mudó. Justo cuando mas lo necesito se va, se que  soy egoísta,  pero lo necesito.