viernes, junio 14

Solo se vive una vez 4.

Solo se vive una vez

CAPITULO 4

Bueeeeno. Como prometí; aquí está el cuarto capitulo. Como hoy también me aburro...pondré una canción.  No tiene nada que ver con el capitulo,  simplemente me encanta. TODO de ella :) Por si acaso no se puede ver...se llama Hall of Fame.



Cada vez se acerca mas a mi ese Chihuahua con pinta de tener la rabia.

-EH Tu. Si, tu.-me dice de mala manera- ¿Que andas ligando con mi novio?
- Por favor Amaia... Ya no soy tu novio- le corta Simón-. Además el que está intentando algo soy yo, no ella.

A raíz de ese comentario me sonrojo. 'Ahora mejor ya que te he hecho sonreír'. Seguro que es mentira, solo lo ha dicho para defenderme. No se que podría ver en mí, soy una 'amargada' y una 'anti-social'. De hecho es verdad estoy todo el día refunfuñada y tampoco es que intente ser sociable con la gente, cuanto menos hable mejor. Capto un sonido. Un chasquido. Alguien a debido chasquear los dedos delante de mi cara para 'despertarme'. Ha sido Simón.  Le sonrío. Amaia ya se ha ido.
Simón me devuelve la sonrisa y se sienta. Ha debido llegar el profesor de Francés. Otra clase a la que no le presto mucha atención, no porque me resulte aburrida, ¡ni lo mas mínimo! Es simplemente porque de Francés voy sobrada ya que mi madre es medio francesa. Lo que significa que veraneaba alli. Osea, que a la fuerza debo saber Francés.

Hoy no ha venido la profesora de Francés,  así que tenemos guardia. ¿Adivina con quien? Con Daniel. TÓCATE LOS PIES.
Lo mejor de todo va a ser procurar lo más callada posible y leer un libro.
Voy corriendo a mi pupitre y busco algún libro. Ninguno, todos mis libros están en casa. No tengo otro remedio, tendré que pedirle  un libro a alguien.
Antes de nada miro a ver que hace Daniel. Esta atendiendo a Amaia. Juraría que lleva su vestido mas subido.
Ahora que Daniel no mira le pido rápidamente a Andrea, mi pareja de clase, un libro. Me da uno llamado 'Sinsajo' de Suzanne Collins.
Lo empiezo a leer: Me miro los zapatos,  veo como una fina capa de cenizas se deposita sobre el cuero gastado. Aquí es donde estaba la cama que compartía con mi hermana Prim... Se nota que este no es el primer libro
...Los ojos de Buttercup reflejan la tenue luz de la bombilla de seguridad que hay sobre la puerta. Está tumbado en el hueco del brazo de Prim, de vuelta a su trabajo de protegerla de la noche.
Ha pasado ya la hora. Y no me he metido en ningún lío. Un gran logro para mi. Me sonrío a mi misma.
Alguien se sienta sobre mi mesa. Miro hacia arriba, es el, es Simon.

- Su majestad ¿tendría usted el placer de acompañar a este plebeyo hacia  la sala de música?
- No es una princesa, si no sabe en que cama se dejó la corona- salta Amaia.

Dios que pesadilla de tía. Me niego ante la invitación de Simón. Tengo que buscar a Adriana. Si quiero que me dé clases tengo que concertar una hora y un dia con ella. Y antes de nada, saber lo que querrá cobrarme.
Voy corriendo a la clase de Adriana, eso de quedarse observando todo a tu alrededor sirve de algo. Sirve para saber en que clase esta tu futura profesora particular de geografía.
La veo hablando con un chico en la puerta de la clase. Es su hermano mayor. Hoy la veo diferente ¡Se ha rapado el pelo! No todo. Sino un lateral. He de admitir que le queda bien. Me acerco a hablar un con ella.
- Hola- le digo sonriente.
- Hola - Responde ella.
-Querría que aclarasemos el asunto de las clases; a que hora, en que casa, que día...

Un carraspeo me corta. Es el hermano de Adriana.
- Creo que no hemos tenido el placer de presentarnos...
-¡Es verdad!-dijo Adriana sorprendida-. Ivan, esta es Sofía, la rebelde. Sofía, este es mi hermano Ivan.
- Encantada- le digo sin mirarlo-. Sigamos con lo de antes...
- Claro... ¿Que tal los sábados por la mañana? Alrededor de las diez.
- Me parece genial- le digo sonriente. - Hasta otra.
- Hasta otra- me dicen los dos a la vez.

Mañana empiezo las clases. Ya no me tengo que preocupar más de ese tema. Voy corriendo al aula de música. Llego tarde.
Entro agotada al aula al mismo tiempo que la profesora; no fue buena idea cargar la guitarra durante el trayecto de mi clase a la de Adriana, y de esta al aula de música.